Voy a comentar la elaboración de un balón en los años 50. Yo tenía unos 15 años y la economía de entonces no nos permitía disponer de dinero para comprar un balón y poder jugar al fútbol, así que nos la ingeniábamos por los medios que teníamos a nuestro alcance.
Comenzaré por el principio: Primero mojábamos la miga de un chusco de pan duro y la envolvíamos con papel para hacer una bola. A continuación, para darle una forma redonda, la rodeábamos con tiras de goma (las que usaban las mujeres para sujetar las medias, que ya no servían).
Cuando ya tenía una forma aceptable y una medida adecuada, cogíamos un jersey, que ya estaba muy usado, y lo deshacíamos para hilvanar la pelota, para luego coser con tiras de tela, trozos que recogíamos de tela inservible. Una vez acabada su elaboración la poníamos en juego. Tengo que decir que su bote era muy débil y cuando llovía botaba muy pesada, pero el juego nos animaba. Su nombre era: “Pelota de trapo”.
Acacio Domínguez Chaparro