Mi niñez, transcurre por los años 1950 y 1960, y la diferencia de esos años a los actuales, es que nosotros trabajábamos más la imaginación, nos construíamos nuestros propios juguetes y eso nos enriquecía a la vez que nos entretenía y nos enseñaba. Hoy en día, la industria ha puesto en el mercado infinidad de juguetes, accesibles a la mayoría de familias, los niños de hoy en día no sienten la necesidad ni los deseos de hacerlos ellos mismos.
Los colegios de aquellos años, separaban a los niños de las niñas, igual que los juegos y los juguetes, habían unos que eran exclusivos de niñas y otros para niños. Las muñecas, las casitas, los cochecitos para pasear a las muñecas, entre otros, eran juegos considerados para niñas. No estaba bien visto que un niño jugara con dichos juguetes.
Los niños a su vez también tenían sus propios juguetes como los balones para jugar a fútbol, pistolas, rifles, aviones, jugaban a policías y ladrones, a indios y cowboys, y no consideraban oportuno que las niñas participaran en estos juegos
Así las niñas, se hacían sus propias muñecas, con telas, hilos, botones, serrín o paja para el relleno, hacían vestiditos para las muñecas y deliciosas comiditas en los cacharritos, siempre imitando a sus mamas, preparaban paraditas con toda clase de productos para vender, otras se encargaban de comprar y la caja para guardar el dinero con diferentes compartimentos para ordenar las monedas y los billetes,
Afortunadamente, esto con el paso del tiempo ha evolucionado y al mismo tiempo que niñas y niños comparten estudios en los mismos colegios y las mismas clases, el que compartan juguetes, ya no tiene la importancia que se le concedía antaño.
Todo era imaginación y cualquier desecho era aprovechado y reciclado para nuestros juegos. Unas maderas viejas les servía a los chicos para hacerse una barraca, también solían hacerse patinetes, con madera, clavos y unos cojinetes, con ramas y alguna colcha vieja una tienda india, y una rama de árbol, junto a un cordel fuerte servía para hacerse un arco, y flechas, con madera puñales y espadas, con las pinzas de la ropa hacían trenecitos y carreras con caracoles, a los que se les pintaba un número, en su caparazón para distinguirlos
Los juguetes que podíamos fabricarnos, eran muy diversos, desde los más sencillos a los más complicados, uno de los más sencillos es el conocido con el nombre de Cielo-Infierno y que seguidamente paso a explicar.
Cielo-Infierno
Este juego yo lo he conocido siempre con el nombre que le doy, aunque otras personas lo llaman Come Cocos. Suele suceder que un mismo juego, según en la zona donde vives tiene distinto nombre y no sería de extrañar queaun tuviera alguno más.
Los materiales que se necesitan son muy simples, solamente se necesita un folio de papel en blanco, y dos lapices o rotuladores de color rojo y azul.
Materiales 1 folio y 2 rotuladores
Una vez tenemos los materiales, se cogen las puntas de la hoja de papel, se doblan hacia dentro en cuatro partes, quedando un cuadrado por la otra cara, se repite la operación y se pinta una mitad de color rojo y otra mitad de color azul.
Pintar una mitad azul y otra en rojo
Se le hace otro doblez, habrá unas aberturas donde se pondrán los dedos que movemos de forma que una vez sale el color azul (que es cielo) y en otro movimiento se ve el color rojo (que es infierno) se le pide a un jugador que diga un número y se hacen tantos movimiento como la cifra que te ha dicho, si sale rojo vas al infierno y si por el contrario sale azul, donde vas es al cielo.
Maruja García
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